En muchas organizaciones, aún se observa una práctica que va en contra de toda lógica de sostenibilidad humana y organizacional: tomar decisiones clave sin involucrar a la Gerencia de Recursos Humanos o Personas.
Ya sea por premura, desconocimiento o simplemente por una visión reducida del negocio, se adoptan medidas que afectan directamente a las personas sin una mirada integral. Se modifican estructuras, se reasignan equipos, se anuncian despidos o contrataciones estratégicas sin siquiera una conversación previa con quienes lideran la gestión del capital humano.
Y entonces, ¿cómo lo interpreta la organización?
🔸 Como una señal de desconexión.
🔸 Como una falta de coherencia entre el discurso y la práctica.
🔸 Como una debilitación del rol de quienes deberían velar por la cultura, el bienestar, la legalidad y el compromiso.
Cuando los líderes de personas son pasados por alto, no solo se margina a un área clave, se debilita la credibilidad del liderazgo, se erosiona la confianza interna y se instala una cultura del “cada uno por su lado”.
📌 Las decisiones que involucran personas requieren alineación, conversación y visión conjunta.
Porque los resultados sostenibles no se construyen desde la unilateralidad, sino desde la colaboración inteligente.
Incluir a la Gerencia de Personas no es un acto de cortesía, es un acto estratégico.
No somos el área que simplemente ejecuta decisiones, somos parte del equipo que las construye con sentido.
💬 ¿Has vivido esta experiencia? ¿Qué efectos viste en la organización?